“Demos cada uno lo mejor de nosotros mismos”

…decía nuestra fundadora Carmen Méndez. Saborear y gustar con los demás el amor que Dios nos tiene es el espíritu que nos anima.
Nuestro proyecto educativo, desde una óptica cristiana, está enfocado al crecimiento y desarrollo personal de las capacidades individuales de la persona, facilitando su apertura al mundo, fomentando sus inquietudes intelectuales y potenciando los valores de familia, alegría, respeto, comunicación y solidaridad.
Para el cumplimiento de sus fines, cada curso académico se ofrece un programa de actividades culturales, artísticas, de ocio, deportivas, de formación humana, de acción social y espirituales, que responda a los intereses y preferencias de las residentes.
Son actividades de carácter voluntario con las que se pretende enriquecer la formación de nuestras estudiantes, crear un clima de participación activa, alegre, respetuoso, cordial y solidario que facilite su integración, colaborar con la función educativa de la familia y con el compromiso por una sociedad más justa y solidaria.