La Cuaresma es una invitación a descubrirse
Todos damos por hecho frases como: «el que algo quiere algo le cuesta», o que «hay que dar lo mejor de sí por lo que buscas».
Lo que más nos debería importar es ser uno mismo, ¿verdad?
Pues la Cuaresma es una invitación a descubrirse, a quitarse capas, cáscaras y hacer salir lo mejor de sí, depurando lo peor de cada uno.
Ser uno mismo merece el riesgo de «dejarse la piel». La cuaresma exige cambio y los cambios no nos gustan. Pero es la única manera de ir al centro de ti mismo, a la raíz de todo y descubrir que eres amado desde lo más íntimo de ti.
Una vez que hayas descubierto eso, no te quedará más que ser tú mismo y dar MUCHO FRUTO.