Cómo administrar bien nuestro tiempo siendo estudiante universitaria


Cómo administrar bien nuestro tiempo siendo estudiante universitaria

Administrar bien nuestro tiempo como estudiante se traduce en una mejor calidad de vida.

 

Combinar la carrera con el resto de las obligaciones, dependiendo de las circunstancias, a veces es complicado y el día parece no tener horas suficientes.

En los tiempos que corren, todas tenemos múltiples compromisos y responsabilidades. Sabemos muy bien lo que es terminar el día consciente de que no hemos cumplido con todos los objetivos que teníamos pendientes.

Lo que es seguro es que casi la totalidad de personas que se excusan con la frase “no tengo tiempo” mienten. Muchas veces de modo involuntario, ya que no son conscientes de su mala organización.  En este artículo vas a encontrar una forma práctica de disfrutar de más tiempo cumpliendo con tus actividades diarias. Sigue leyendo…

El secreto es una buena organización del tiempo

Prueba seguir estos pasos

1-Haz una lista

  • Señala los objetivos de un modo claro
  • Destina el tiempo estimado para su ejecución
  • Cuando te enfrentes al objetivo: controla el tiempo que dedicas (con tu móvil, reloj, cronometro, …)

 

2-Comprométete con tus metas

Esto te interesa. Si realizas una lista para el día, semana o mes, para ti tiene que ser algo parecido a un contrato. Una responsabilidad que requiere un esfuerzo y disciplina. Te recomendamos organizar una lista semanal para empezar. De este modo puedes ver si es demasiado flexible o por el contrario demasiado ajustada. Al concluir el día comprobaras que el éxito supone una sensación muy placentera. Te otorgará confianza y experiencia para futuros empeños.

 

3- Para administrar bien nuestro tiempo

Tenemos que ser conscientes de todas las necesidades, prioridades y actividades por mundanas que sean.

  • Controla el tiempo que duermes: entre 7 y 8 horas procura que no sea más ni menos. El desorden en este apartado puede hacerte fracasar. No puedes estar cansada todo el día.
  • Respeta tus horas de comida (ya sean 3 o 4 al día) apuntalas siempre. Nunca es una opción no cenar para… Si practicas el ayuno intermitente apuntalo en tu lista y respétalo como el resto de los puntos.
  • La limpieza y organización de tu habitación es otro punto. Los días que toque se reserva el tiempo estimado.
  • Procura no obcecarte con un punto que te resulte más difícil de lo esperado. Si ves que necesitas ayuda pídela y agiliza la gestión.
  • Si puedes evitar imprevistos mejor. Hay veces que sabemos que podemos solucionar algo sin necesidad de desplazarnos. Procura organizar los desplazamientos en un mismo tiempo. Dedica una mañana o tarde para hacerlos todos.
  • Tu tiempo de esparcimiento es tan importante como el de estudio. Todos los días tienes que disponer de distracciones y mejor si son sociales con otras personas. Las redes sociales no cuentan.
  • Cuando dediques tiempo al estudio o trabajo procura tener una visión general de las cosas. ¿Cuál es el tema que preparas?, ¿a que parte pertenece?, ¿Cuál es el fin? Porque no te interesa estudiar para aprobar; tu meta es alcanzar tu propósito, ejercer u organizar algo a medio plazo. Puede que el tiempo que dediques a este apartado sea una de tus prioridades en esta etapa de tu vida.

 

También es interesante que:

  • Descanses adecuadamente. Si necesitas una siesta de 15 o 20 minutos. La disfrutas sin remordimientos.
  • Si crees que necesitas estudiar sola o en compañía, anticípate y organiza tu espacio y el resto de las obligaciones. Si tienes listo lo que vas a necesitar cuando te levantes mañana con prisas, mejor.
  • Es muy necesario que tengas un nivel alto de ofimática. Esto puede parecer secundario, pero no lo es. Si eres capaz de utilizar correctamente las herramientas digitales que utilizas es seguro que te cundirá mucho más el tiempo.
  • El consejo habitual de tener desconectados los mensajes cuando trabajas es muy necesario. Nuestro cerebro se agota y se vuelve perezoso con estimulas constantes de dopamina.
  • No te aísles. Haz, amigas a donde vayas. Procura tener buena sintonía con tus compañeras de la residencia. Organiza grupos para hacer quedadas, trabajar, ir de viaje.
  • Recuerda que no tienes que agobiarte. Si estás en un mes difícil por exceso de obligaciones, procura recompensarte con descansos y distracciones. El razonamiento a más trabajo y estrés menos horas de sueño es una opción pésima.
  • Cada persona es diferente. La mayoría somos más productivos a medio día entre las 10 y las 13 horas. Pero si no coincide contigo, organízate para enfrentarte a lo más complicado en tus mejores horas de productividad.
  • Ten controlados los tiempos entre cada actividad. Apunta cuando acaba y empieza cada actividad. Cumple con un horario. Los intervalos no controlados entre las actividades, hace que la lista sea inútil.
  • No vivas al son de lo que marquen los demás. Tú tienes tus metas (las que sean) y las tienes presentes.
  • Si es posible, haz trascender tu esfuerzo. Comenta lo que estas haciendo, lo que has conseguido y lo que quieres lograr.
  • No te disperses. Cuando empieces algo procura acabarlo. Si surge algo aplázalo si es posible o concluye lo que estás haciendo para empezar con el imprevisto urgente. Hacer dos cosas a la vez suele empeorar los resultados o retrasarlos mucho más.

Esto es todo. Desde la residencia universitaria Carmen Méndez esperamos que estos consejos te sean de utilidad. Numerosos estudios los avalan y la practica nos ha demostrado su eficacia para administrar bien nuestro tiempo.

 

 

 

 

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